La Luna Natal y la Energía en movimiento para un mundo emocional - Artículo Nº5

Siguiendo el ejemplo de partida, en la carta natal tenemos una Luna en Acuario decanato Libra, en el MC. La energía se moverá en circunstancias profesionales y en el encuentro con lo querido o no del reconocimiento. A menudo las Lunas en esta posición suelen ser incómodas porque a la Luna no le gusta ser vista como si lo desea el Sol. La Luna se despliega mejor en casas mutables.

Esta Luna en Acuario decanato Libra, seguirá un trazo de inercia alrededor de aspectos que le supongan alimento mental y en relaciones con aquello que le provee su alimento. En el MC pueden ser colectivos, instituciones o personas cuyo reconocimiento aparezca como institución o nombre.   En este escenario, la exploración del entorno y su hostilidad o profundidad le ofrecerá el mayor campo de respuestas a su pregunta existencial. La Imprescindibilidad. (seguimos con el ejemplo de las cartas). La palabra hostilidad no encaja demasiado bien...porque suele ser interpretada como algo muy negativo. Sin embargo hostil de hostilis en latín es el forastero que guerrea contra la comunidad.
Entonces aspectos de Escorpio como decanato sería esta especie de alerta hacia una hipotética amenaza que puede ser que no exista finalmente. Pero uno ya ha creado un espacio de protección y delimita el acercamiento de la otredad. Esta circunstancia, esta experiencia va a ser muy común en este caso. La persona debe aprender a dejar de lado sus fantasmas irreales de amenaza y en su lugar propiciar un espacio de intercambio más comprometido y de más confianza. Y eso es ser profundo.

Este tema es muy importante y ofrece la base siguiente: cuántas veces queremos y deseamos vivir otro tipo de experiencias por comparación o por agradar o ser reconocido. El caso es que si uno se conecta a su campo energético, y en este caso, permite que la energía se mueva en la dirección correcta, facilitamos mucho mas las cosas aquí en la existencia. Si nos empeñamos en seguir el camino de la comparación, el reconocimiento y el placer por no decir el complacer, nuestro campo se distorsiona y nos exponemos a un movimiento de circularidad. Es decir, el eterno retorno.

En el próximo artículo, el Nº 6, vamos a hacer un ejercicio práctico completo.

                                         

Anna Cervera
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